León. Poetas a mansalva
Texto: Javier Cuesta. Fotos: Secundino Pérez
Habíamos quedado en nuestra secular incompatibilidad con el balón-pie. Concluíamos que León no es Región de futbolistas de élite, sin saber la causa de que ese fracaso (uno más) se cebe con nosotros. Quizá el clima extremadamente frío, falta de calcio en las piernas, un exceso de bares per cápita o mala suerte con los ojeadores, sin más. Sea como fuere, la comparación resulta inevitable: no alumbramos figuras futboleras pero en cambio disponemos de poetas como para exportar. Curioso fenómeno.
Se diría que la Leonesa es más Cultural y menos Deportiva. Escribimos poetas por abreviar pero incluye escritores, novelistas, gentes de la cultura. Podríamos equiparar incluso híbridos: columnistas, tertulianos, agitadores culturales… Sí. Vale. Pero sobre todo poetas. Levantas una piedra y aparecen debajo diez. “León es tierra de grandes poetas sin que nadie conozca la razón”, escribía Toño Llamas (LNC, 10 de febrero). Él mismo ¡poeta y leonés! presume de mantener contacto con más de cien escritores de aquí, desde su retiro en Catalunya. Poetas, mil poetas, poetas a cascoporro. Y consecuentemente libros, poemarios, presentaciones, recitales. Es como si toda nuestra sensibilidad estuviera condenada a cristalizar en verso: desde rapsodas que derraman sus torpes estrofas por los bares del Húmedo hasta todo un premio Cervantes, que viene a ser el Balón de Oro de las letras. Y basta ya de símiles futboleros.
Prueba visible de lo anterior son los últimos viernes de mes. Un puñado se reúne en la explanada de San Marcos, en lo que llaman Ágora de poesía. ¿Hay o no verdadera afición?