Mario López Manso

No necesita un estudio para hacer sus fotos, pasea su ciudad -León- de día y al anochecer y siempre descubre rincones perfectos donde fotografiar, espacios que para cualquier otro pasarían desapercibidos e incluso parecerían inhóspitos. Mario López Manso, entrenador deportivo desde hace 35 años, compagina su trabajo en el Gimnasio Máster 10 con su pasión por la fotografía.
Texto: Ana Ustariz
Aunque siempre le gustó, nunca tuvo cámara, y cuando pudo hacerse con una, comenzó a hacer fotos muy de vez en cuando. “Realmente cuando me inicié como fotógrafo fue gracias a una periodista que me recomendó, hace 24 años, una exposición en el Edificio Fierro de Alberto García Alix. Fui a verla y ahí me di cuenta que quería ser fotógrafo. Me impactó tanto, me pareció tan bonito y me impresionó de tal manera, que me tomé muy en serio lo de ser fotógrafo”.
Mario.lm.fotografía -como así se mueve por Instagram-, logra fusionar en sus fotografías cotidianidad con belleza, al tiempo que el erotismo es uno de sus ingredientes principales en el momento de componer sus escenas en esos lugares encontrados solo por él. Tiene claro que “una de las ventajas que te brinda la fotografía digital es el retoque en la edición, pues te permite modificar tus fotos a tu gusto, dar más fuerza y potenciar colores, aunque no soy de los que más retocan, sobre todo porque no me gusta que las fotos pierdan su esencia”. Una tarea de edición que no es ajena a la influencia en su cabeza de los muchos fotógrafos que descubre, ve y disfruta. “Veo muchas fotografías cada día, un consejo que me dio hace muchos años Secundino Pérez un fotógrafo referente para mí y eso influye en tu trabajo y además te descubre nuevas formas de mirar”.
En ese universo de imágenes nunca olvida a los clásicos y los maestros de la fotografía a quienes de vez en cuando vuelve una mirada a través de los libros que atesora desde hace años. Helmut Newton, Mario Testino, Sebastiao Salgado o Cartier-Bresson están entre sus grandes de la fotografía, aunque también por ese mirar diario de fotos, le falta tiempo en remarcar que el abanico de ‘mejores’ fotógrafos es muy amplio “hay tantos y tan buenos en el mundo que la lista sería interminable. Ahora hay otros fotógrafos en los que me fijo como David Dubnitskiy, Sylvio Testa, Emilio Barrionuevo y Lee Jefries, pero también hay muy buenos haciendo paisaje y otros como retratistas y otros como fotógrafos deportivos”. Sin embargo, no duda en asegurar que su referente en la fotografía ha sido Secundino Pérez, “él fue quien me enseñó a amar la fotografía, me dio mis primeros pasos y además me encantaban y me siguen gustando sus fotos”, pero tampoco se olvida de García Alix y de aquella exposición que le cambió para siempre.
Mario L. Manso asegura que además de un hobbie “que me fascina, la fotografía es una forma de expresar emociones sobre cosas que siempre te han motivado, con cada foto sientes una cosa y tratas de expresarlo”, y si ha de destacar un momento imborrable fotografiado se queda con el beso de un matrimonio al cumplir sus bodas de oro. “Cómo se miraron cuando estaban en el altar y el beso que se dieron fue precioso, ver unas personas tan mayores y tan enamoradas, fue imborrable y realmente tierno, sí, sí, me quedo con esa imagen”.