Poesía Cotidiana
Texto y voz: KarmenK Fotos: Secundino Pérez
Miro
y los versos se suceden.
Tendales al sol
balancean sus fatigas.
Huertos labrados
de geometrías pensadas.
Cacerolas, platos, vasos y sartenes
en perfecto equilibrio
escurren la energía cotidiana.
Un excremento de perro
deja en su centro
la incipiente primavera
en la amarilla margarita temprana.
Los últimos rayos de sol
colorean las aguas limpias o sucias
de amarillos, rosas y naranjas.
Barre las calles la barrendera,
con gran esmero peinada y maquillada.
Conduce el autobús una mujer
y mi alma aún se estremece.
Siglos de amor contemplando
la risa, las gracias, las ocurrencias
del niño o la niña cercana.
A la pantalla, de plástico mugriento,
de la cabina telefónica de la plaza,
se asoma
el arcoíris.
La paciencia se detiene en enfermos
y cuidadoras entregadas.
Yo veo:
Manos que protegen.
Pies que acarician cuando pasan.
Ojos que miran y sonríen.
Bocas que besan y cantan.
Oídos silenciosos.
Yo sé
que
los cuerpos desnudos,
las muchachas en bikini,
las mujeres en top-les,
niños y hombres en bañador
reluciendo al sol
jugando con las olas
se bañan en aguas de horizontes amargos.
Pero yo
Concentro mi atención en el ahora,
dulce,
consciente.
Y así,
me deslizo
en las nubes que pasan.
Me acurruco,
en los abrazos de las personas amadas.
Oigo el susurro,
de palabras enamoradas
y el tintinear de sus campanas.
Fluyo con las aguas
de ríos, regueros, canales, acequias, azarbes y mares.
Me asomo,
a la inmensidad del charco
y una sonrisa
se prende de mi pelo.