Qué hace La Catedral en Quevedo??
Texto y fotos: Secundino Pérez
Agarrado de la mano de mi padre, para más seguridad, llegábamos al otro lado de la ciudad. A la izquierda el barrio de La Vega, a la derecha Pinilla y de frente el barrio del Crucero. Por Navidad recuerdo que se veía desde La Plaza de San Marcos una estrella grande, o a mí me lo parecía. Cruzaba el puente de San Marcos sobre el río Bernesga y la veía posada sobre un gran pino del Parque de Quevedo.
Siempre había mucho tráfico y actividad comercial a juzgar por la cantidad de sucursales bancarias que había en un pequeño tramo. Por unas escaleras que aún existen antes de llegar al cruce, bajabas a la casa del curandero del Crucero. Te arreglaba un dedo descompuesto o te palpaba la espalda para comprobar que el trabajo de ayudar en las labores del campo no te había lisiado demasiado. La puerta de la consulta siempre estaba abierta y el precio era asequible. A veces te recomendaba una crema de esas que aún rondan por las farmacias. Y luego tomaba un ‘butano’ en el bar del Ferroviario.
Yo no paraba de mirar, era como estar en New York, ¡cuánta gente diferente!… Ahora, allí hay una escultura de un pináculo con una valla bajita que parece robado de la Catedral. Pero no, el alumnado del Taller de los Oficios municipal fue quien realizó la réplica de un pináculo de La Catedral y luego la colocó el Ayuntamiento. Construido en piedra y como los góticos, parece tener aquí, también, una función estructural y vertebradora, no de muros de carga sino de varios barrios y sus gentes con el centro de la ciudad de León. El pináculo apunta al cielo que todo lo une. El punto exacto se llama Glorieta de Quevedo y las tardes de invierno, la luz lo ilumina aislándolo de la calle y acercándolo al parque.
