ROBERTO GARCÍA CASADO

Roberto García Casado, el fotógrafo que se adentra esta vez en nuestra Galería de Leonlife es un apasionado lector y viajero, además de un autodidacta de la fotografía.  Lleva cerca de tres décadas levantando la trapa de su taller Automotor, un espacio que comparte con su socio y donde atiende a todos los clientes con dedicación y una sonrisa, ya que entiende que hacerlo así “hace la vida más fácil”.

Texto: Ana Ustariz

Sus primeros recuerdos de la fotografía se remontan a su infancia “cuando veía a un vecino fotógrafo retratar a la gente del barrio, aquello me parecía magia”. De pequeño no tuvo tiempo de soñar con otro oficio que el de mecánico de automóviles porque empezó a trabajar con 14 años y no ha parado, sin embargo sí que sacó tiempo para la fotografía y desde aquella primera cámara “una pequeña Kodak Instamatic” que cayó en sus manos con 15 años, ha llegado al momento actual en el que trabaja con una Nikon D800 y D3.

Le gusta hacer retratos porque “son momentos que cuentan una historia”, aunque en su colección de imágenes prima el paisaje, naturalezas que procura hacer al atardecer “con esa luz que me parece fascinante”, reconoce, al tiempo que confiesa que para él la fotografía “es felicidad, me produce felicidad, me encanta fotografíar”. Y así queda reflejado en todo su trabajo como en el que aquí muestra donde hay retrato, paisaje, y reflexión ante el futuro como EL Jano que tantas veces ha fotografiado como si fuera un testigo del paso del tiempo y que en este tiempo de confinamiento ha vuelto a ‘paralizarlo’ al atardecer desde su ventana.

Para García Casado los momentos imborrables fotografiados son “todos los que hago a mi familia, esos son irrepetibles” y pese a que se atreve a citar grandes fotógrafos del siglo XX como “Salgado, Leibowitz,  Cristina García Rodero y cualquier fotógrafo del National Geographic”, no tiene referentes que le hayan marcado porque “cualquiera que me sorprenda o me diga algo puede ser un fotógrafo referente para mí”.