Tacones

Me encanta asistir a las fiestas
en zapato bajo, sandalias planas,
plataforma corrida, botas con o sin caña,
deportivos, o descalza.
Volar en la danza
al ritmo de rock,
salsa,
son,
electrónica,
pachanga,
pasodoble,
fanky,
jaz,
Andar la vida,
sin esos andamios,
sobre los que se mueven, hoy, mis chicas,
es muy dulce.
Puedo saltar,
subir escaleras o montañas,
caminar con soltura,
correr por el bus,
enamorarme de mi alegría,
y enamorar a quien me mira.
Tacón: arma de opresión
para mujeres liberadas…
Las diosas no necesitan tacones.
Mueven sus caderas con la cadencia
del ritmo que su corazón marca.
Pueden gozar de la comodidad
dentro y fuera de casa,
de fiesta y en el baño,
en el campo y en la disco,
en la biblioteca, y en la dirección
de empresa o evento.
Sonríen las Diosas
a la gratitud, de saber,
el poder, de un buena pisada,
sintiendo el placer, de apoyar
toda la planta,
balanceando su cuerpo
sobre las dulces almohadillas,
que los miles de huesecillos,
nervios, y tendones sostienen.
Sonriamos
al apoyar
el talón, toda la planta y la punta.
Sí, así,
el talón, toda la planta y la punta.
Poesía: KarmenK Fotografía: Secundino Pérez